22 de septiembre de 2016
Hoy me enteré que en diciembre de 1990 se suicidó Reinaldo Arenas,
un escritor cubano. En esa época yo tenía 10 años, no había internet y
evidentemente no conocí sus textos, tarde, muy tarde recibo la noticia. Pero la
recibo de la mejor manera, es una dedicatoria que hace Fernando Galindo en su
libro/cuadernillo “Cuentos gálicos”. (No recuerdo el término exacto que usa
para referirse a su trabajo literario). De no ser por esa dedicatoria no hubiese
amanecido pensando en el suicidio como alternativa para vivir eternamente más
rápido.
“Toda imagen se lee y todo texto se imagina”. Y
mientras leo esta frase la saboreo una y otra vez, es precisa, exacta,
perfecta. Atendiendo al hecho de que
puedo leer en sentido inverso he decidido realizar la lectura justo así. De
pronto siento como ese ojo que flota en el retrete aún observa la forma en la
que leo estas letras salpicadas de realidad.
Bienvenidos Cuentos Gálicos a mi colección de
descubrimientos que algo han de aportar a mi persona. Leo con curiosidad.
@aleydagatell
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