viernes, 1 de enero de 2010

El extaño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

"El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde" es una novela inglesa del Siglo XIX, escrita por Robert Louis Stevenson en 1885 y publicada un año después.
Me causó curiosidad el título luego de que terminara de leer "El vencedor no está solo" de Paulo Coehlo, quien lo menciona en uno de sus capítulos finales. Curiosamente encontré dos libros iguales del Dr. Jekyll en casa de mamá, en la última repisa del librero. Me quedé con un ejemplar por supuesto.
Dicho libro fue editado por la Universidad Veracruzana, para la Biblioteca del Universitario. De pronto se vuelve una cadena, un libro te lleva a otro y a otro más. En este caso quien inicia el texto dando un mensaje para los estudiantes es Sergio Pitol quien declara: "Leer es uno de los mayores placeres, uno de los grandes dones que nos ha permitido el mundo...Reitero la invitación de mantenerse en los libros...El libro es un camino de salvación..." está demás decir que también adquirí por ahora un libro de él y que estoy próxima a comenzar.
Pero regresemos a Stevenson un escritor que vivió enfermo la mayoría de su vida, nació en Edimburgo el 13 de noviembre de 1850, cuando la reina Victoria gobernaba Inglaterra. Su delicado estado de salud lo llevó a viajar constantemtente en busca de mejores climas que lo ayudaran en su enfermedad.
Califico su historia personal como melancólica y al mismo tiempo fascinante, autor que estuvo dedicado a escribir ensayos y cuentos.
Es una historia en la que queda al descubierto que existe una posibilidad de que todos alberguemos un Hyde, cosa que me llega a resultar algo macabro. Me parece que se desarrolla de forma muy ligera, aunque su lenguaje me parece que (por lo menos en la traducción al español) es muy "---------"*, así como muy descriptivo, ..."frío, parco y oscuro...", "largo, enjuto, ceniciento y triste...",p.30.
Completamente adictivo su relato, hace uso de pocos personajes que al final resultan ser claves al final de la historia. De pronto se puede llegar a sentir repulsión por alguno de ellos para luego convertirse en lástima, compasión, o quedar confundido con un sentimiento. Porque en el fondo cualquiera de nosotros podría anhelar poder tener la posibilidad de convertirnos en un Hyde.
La portada que se muestra del libro, es la primera que se publicó en el año de 1886.

*Por ahora me parece muy complejo encontrar una palabra que pueda describir su forma de escribir.


2 comentarios:

  1. Hola Ale,
    Agregando un pequeño comentario a tu post, creo que debemos recordar que la época victoriana se caracterizó por una gran transformación social... ella recibió a los 18 años a un Reino Unido practicamente rural y lo dejó (64 años despues) es la nación industrial mas rica y poderosa del mundo... pero al interior, las diferencias sociales se hicieron mas profundas... por un lado, la sociedad inglesa fué sometida a normal de conducta muy estrictas lo que ocacionó que la esta empezara a desarrollar una doble moral. Además, durante este periodo la prostituión es una de las actividades mas importantes, incluso a nivel de varios paises de Europa.

    Esta doble moral fue representada en la novela de Stevenson... y el caso del asesinato (ficticio también) de prostitutas fue plasmado en las leyendas urbanas de Jack el destripador... incluso (un poco mas adelante) por Sherlock Holmes...

    En resumen, estas novelas se vuelven muy interesantes porque logran plasmar metaforicamente, las normas de conductas sofocantes y las desiguladades sociales de al época sin atacar directamente los orígenes de las mismas... caso contrario al de Wilde, también, un poco mas adelante.

    Saludos,

    Agustín Gallardo

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  2. Hola Anónimo/Agustín!!!

    Gracias por tomarte el tiempo para leer y compartir! No se si lo de anónimo fue a própósito o qué! pero me pareció muy simpático!
    Y hablando de la novela y de las épocas, lo que me parece muy curioso es que esa doble moral siempre ha existido y seguirá existiendo, no importando el lugar en donde estemos, tanto en el espacio como en el tiempo...
    Saludos, Ale

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