La mayoría de las personas en el país estuvimos atentos a la noticia de cuándo regresaríamos a la escuela, ya que es en torno a ella que gira la vida de muchos mexicanos, ya sea como estudiantes, como padres de familia, administrativos, intendentes y maestros, no dejando de lado al transporte, a los que venden, etc, etc. Por fin el Secretario de Salud, notificó que el regreso a clase sería de manera escalonada, primero los bachilleratos y niveles superiores a partir del jueves 6 y después el nivel básico y servicio de guarderías a partir del lunes 11.Sin embargo el retorno a las escuelas ahora era inusual, ya que venía acompañado de un manual que dice que los directivos son los responsables de organizar brigadas de limpieza en las escuelas, con toda la comunidad escolar. Los primeros en ser llamados a nuestros planteles fuimos los maestros, quienes esperabamos indicaciones, y que algunos acatamos y como siempre otros no.
No cabe duda que las actitudes hacen la diferencia en cada persona. Como laboro en dos planteles completamente diferentes, (uno en el sistema federal y otro en el estatal), pude observar como se llevaron a cabo las actividades en cada uno de ellos, pero, a pesar de que las indicaciones fueron iguales para todo el estado, que va, para todo el país, la verddad es que las cosas se desarrollaron de manera diferente en cada uno, finalmente tratando de lograr el objetivo principal que es desinfectar en las escuelas, situación que sorprende porque no deja de quedar al descubierto la realidad de nuestras escuelas, acaso no deben estar siempre en condiciones de higiene?, ¿las escuelas están sucias?, ¿en dónde está el personal de apoyo encargado específicamente de la limpieza?, con las respuestas en el aire sigo platicando lo que sucedió a lo largo del día, solo un porcentajese presentó en horario normal, algunos otros llegaron tarde, hubo el clásico maestro y/o maestra (para no entrar en detalles) que sólo veía las labores de lejos, caminaba de un lado a otro viendo como trabajában los demás, afortunadamente sólo una persona tuvo una actitud de flojera, dijera el ex gobernador de Veracruz Miguel Alemán aquella recordada noche de fin de año cuando se quemó el mercado Malibrán del puerto : "Yo no soy bombero-", aquí con algunos profes pasó igual, "Yo no soy conserje, soy maestro" pero por ahí dicen, se predica con el ejemplo, no vaya a ser cosa de que se nos caiga el título por lavar una ventana, que por cierto, de los 200 millones anunciados para comprar kits de limpieza no nos ha tocado ni un poquito, hubo que sacar dinero de donde se pudo para que las escuelas compraran suficiente jabón, cloro, cubetas y escobas para darle duro a la mugre. Esperemos que esos famosos kits lleguen a tiempo, no vaya a ser que la influenza les gane el brinco...
buen texto :)
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