En el momento en que aparecieron los ordenadores, denominados así por Angela McFarlene en su libro “El aprendizaje de las tecnologías de la información” ella menciona que “se predecía el fin de las escuelas por algunas voces”, al mismo tiempo la misma autora plantea una interrogante, ¿Significa que el proceso de aprendizaje ha adquirido mayor importancia que el contenido del mismo?, independientemente de las tesis con las que McFarlene de respuesta, considero que las lecturas realizadas durante el módulo 1, brindan los elementos necesarios para establecer un debate al respecto.
Aunque la brecha generacional que existe entre nuestros padres y nosotros es relativamente corta, en cuestión de educación esa misma distancia se convierte en un abismo, debido a que en las últimas dos décadas ha cambiado la forma en la cual podemos acceder a la información, la educación ya no se concibe como antes, los roles de profesor-alumno-escuela han evolucionado, de tal forma que, el aprendizaje ya no se limita a un espacio cerrado, ha dejado de ser exclusivo de unos cuantos y hemos sido pioneros de una educación que no tiene fronteras. Todo ello se ha dado gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y a todos aquellos que han aportado y han estado inmersos dentro del proceso de transición de un modelo educativo tradicional a otro centrado en el alumno.
Conocer cómo se constituye el Modelo Educativo centrado en la persona, permite entender mejor cómo funciona y cuáles son los elementos que se toman en cuenta, sin embargo, yo no desecharía por completo los modelos con los que aprendimos muchos de nosotros, me parece más apropiado enriquecerlos con los nuevos conceptos que actualmente se plantean. La sociedad mexicana se encuentra inmersa dentro de un proceso de acelerada transformación, en donde una de las mayores exigencias es que los ciudadanos que coexistimos en ella, desarrollemos nuevas competencias para mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestra comunidad. Sin lugar a dudas, la educación es el medio más idóneo para lograr este objetivo.
Estas lecturas me generan de alguna manera una controversia, en primer lugar forzosamente me tengo que situar en el lugar en donde desarrollo mi labor docente, una de las tantas escuelas públicas con las que cuenta mi país, en dónde la mayoría de ellas carece de las más elementales herramientas de trabajo para los estudiantes, me pregunto entonces cuándo será el día en que todas estas tecnologías del aprendizaje inunden a nuestro Sistema Educativo Mexicano y mejor aún, que los docentes estén capacitados para utilizarlas y sacar el mayor provecho de ellas. Necesariamente, como se menciona en el texto, hay que invertir, ¿cuántas instituciones realmente lo hacen?, es evidente que los pioneros de esto son las instituciones privadas, en el caso de México, es alarmante el porcentaje mínimo de estudiantes que llegan a terminar una carrera universitaria, menor aún los que poseen una especialidad, maestría o doctorado. Creo que con las nuevas tecnologías pueden ser una solución ante este tipo de problemática, tanto por los costos como por los grandes beneficios que nos pueden aportar a las diferentes sociedades existentes que tantas demandas tienen.
Bibliografía:
- Alanís González, M. Gestión de la introducción de la innovación tecnológica en educación. En Burgos Aguilar, V. & A. Lozano Rodríguez (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Limusa.
- Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. (2007) (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.
